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CON LA LUNA A CUESTAS
 
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CON LA LUNA A CUESTAS

INFORMACIÓN y FOTOS MariaE Resendiz y José Ramón Rodríguez Barragán

Con la luna a cuestas inicia el viaje, amigos, todos tenemos un reto, las horas han terminado, volveremos a pertenecer al viento.

¿Que es lo que nos impulsa?, ¿Ego?, No lo creo, va más allá de ser diferente, ¿locura?, podría ser y entonces todos sufrimos de este mal, quizás sea el hambre de libertad o simplemente el querer saber y contestarte a ti mismo de que estas hecho.

Oxigeno, para el espíritu dicen algunos, yo lo necesito para mis pulmones, fueron solo dos semanas de acondicionamiento y una tercera enfermo, claro que uno duda pero simplemente encara el reto.

Comienza, todo se vuelve claro, ya dimos el primer paso, ya estamos en camino, solo queda resistir, ¿Divertido? Claro que es, ¿Acaso no te gusta el frío de madrugada?.

Viento en contra, solo se vence trabajando en equipo, pero, ¿Conoces a quien viene a lado?, claro que no, pero estos hombres y mujeres conocen el código y la técnica, no necesitamos hablar para saber lo que estamos haciendo, laguna de Sayula te hemos dejado atras.

Velocidad, justo dónde todos disfrutamos, dónde nos sentimos vivos y fuertes, al paso la gravilla grita fuerte nuestros nombres, el cuerpo se funde en la bicicleta y uno se convierte en un bólido de libertad.

Vista, el sentido que se regocija y magnifica al ver las paredes de piedra y los cerros a la distancia, ¿Ya has pasado por aquí y alguna vez admiraste el color de la tierra y es matiz de la hierba saludando al viento? Creo que no, nunca se aprecia nada hasta que no ves a través de los ojos de una bicicleta.

Nevado de colima, nos saluda al paso, eres un reto vencido pero hoy tenemos algo más en mente, pero gracias por esa imagen, cierra tus ojos y vuelve a contemplarla, la curva de asfalto un ciclista adelante de ti, cielo despejado, azul y al fondo tan imponente montaña.

Escuchas, la música que te acompaña, que la noche anterior seleccionaste detalladamente, simplemente disfrutas el momento, abres tus brazos y comienzas a bailar sobre la bicicleta. Los conductores en sus autos te saludan y sonríes, estas justo dónde quieres estar y haciendo lo que amas, simplemente eres totalmente libre.

Desayuno, nos hacia falta, es bueno encontrar pequeñas ciudades con riquezas culinarias en nuestro camino, un buen taco de chicharrón en salsa roja y unos buenos chilaquiles, gracias CD.Guzman.

Todos, contra el viento nuevamente, ahora son unos cuantos fugados, uno a uno de peleando contra la espesura del viento, toman la carrera y hacen suyo el asfalto, devoran como manada de hienas uno a uno los kilómetros delante de ustedes, todo el grupo sonríe y gruñe ante las corrientes de viento que los hace tambalear, pero están muy atentos y ferozmente confrontan las ráfagas sin titubeos.

Ascenso, comenzamos y el Sol ya nos reclama su territorio, el asfalto hierve junto con la piel expuesta, el sudor se evapora en un santiamén, pero... ¿Acaso estás sonriendo? Debes estar loco para disfrutar un trago de agua caliente digno del mejor café de tu tierra.

Volteas, ves el cielo y delante de ti esa pendiente que se pierde entre el sol, que lejos de desanimarte tu corazón se acelera, se emociona y comienza esa fuerte locomoción que hace vibrar tu cuerpo entero, tus piernas comprenden que estas hecho para esto, frenéticamente respiras el aire caliente y sin rastro de humedad, gruñes, aprietas los dientes, nada puede detenerte, nada puede robarte la gloria, rompes las fibras de tus piernas a cada movimiento como mil agujas clavandose en tus muslos y pantorrillas. ¿Crees que es suficiente dolor? entonces comprendes justo en ese momento comienzas a pedalear de verdad.

Montado, en "palancas" te balanceas al movimiento de tu escalada, aún tienes piñones disponibles y un plato pequeño queriendo entrar al juego, pero no lo haces pues es mas tu coraje y en tu mente retiembla la idea "eres ciclista de montaña". Así es como vences San Marcos, así lo haces a tu manera, así es como te forjas.

Agua, fresca y cristalina, bebes poco a poco, esperas a que el excesivo calor se disperse, lavas tu cara, tu frente y mojas tu nuca, revives con un pequeño soplo del viento. Sin embargo aun no termina la jornada, pero estas mas cerca que nunca y ya no tienes dudas, sabes que terminarás, pues has visualizado tu llegada que por este momento solo existe en tu mente pero estas dispuesto a hacerla realidad

Subida, ¿Otra vez? Te cuestionas casi al borde del enojo, pero sabes que refrescarte kilómetros atrás tenía un precio, ahora pagalo con tu sudor, la cadena se estira y chilla, te detienes a lubricarla, el sol es tan fuerte que con el polvo y viento la han dejado seca.

Recorres, más y mas kilómetros hacia tu objetivo, de pronto un letrero frente a ti te motiva, te da una satisfacción, has salido del estado de Jalisco, has entrado a Colima, con hambre, sed pero aún entero dispuesto a devorar cualquier comida, en el camino encuentras a una de tus compañeras cansada y casi a punto de rendirse , simplemente haces lo que todos hacemos y han hecho con nosotros los demás ciclistas, la alientas, la esperás, pláticas un poco, ofreces algo de los suministros que aún quedan, hasta que agarra su "segundo aire" y nuevamente ves en su rostro la determinación de hacer esto, ¿Como puedes regocijarte en estas condiciones? Piensas, esto no es para cualquiera, esto es nuestro mundo, esto es sólo para ciclistas, hemos parado en Colima.

Comes, grandes cantidades de carbohidratos, recuperas algo de lo perdido, aún falta la tercera parte esto se trata de paciencia y fortaleza, quizás otra tostada se Marlin te de más claridad o ese caldito de camarón logre subirte la moral pues solo estas a 100 km más, piensas una mañana cualquiera en tu entrenamiento, la misma distancia de tu casa hacía el lago de chapala, lo has hecho miles de veces que más da.

Prepárate, viene la noche, coges tus cosas y los problemas técnicos de la lámpara quedan resueltos, estas listo, listo para seguir avanzando, listo para terminar tu reto.

Empieza, nuevamente el recorrido, todos juntos, la gente los ve y se pregunta ¿En realidad vienen pedaleando desde Guadalajara? Ríes, por su incredulidad, pero te hace sentir orgulloso de lo que estás haciendo.

Avanzas, mientras el sol retrocede y la luna llena comienza a mirarte, ¿Que es eso? Tu corazón lo reconoce, es brisa marina, ya puedes oler la sal, el mar, la arena, pero antes nuevamente a subir, fuerte, inquebrantable, ¿pero que pasá? Te has rezagado del primer grupo te sientes pesado, cansado hasta este punto, las piernas no te duelen, arden, es algo que aún no se nombra, ¿Te detendrás?, ¿De que estás hecho?, ¿Sufres?, ¿Disfrutas?, una piedra te hace perder el ritmo y balance, te asustas por el miedo a caer, pero ¿Agradeces a la piedra?, sí, soltó tu adrenalina, todo el cuerpo se te puso frío y sudaste exageradamente, pero te dió un poco más de fuerza, sigue!, Sigue!, gritas por dentro.

Suficiente, piensas que ya no puedes más, que ya se acaban tus fuerzas, pero aún trepas y trepas, esto se te hace interminable, derrepente ves mas luces, más brillante, son tus amigos de la barredora, te alientan con un solo 100 mts más, sabes lo que significa y ríes con decepción, pero eso te da un respiro, un nuevo aire, te apoyas en el marco de la puerta y preguntas entrecortadamente ¿falta mucho?, vuelven a decirte 100 mts más de subida, estas harto deberías estar en la playa disfrutando una bebida de colores y con sombrillita, pero estas ahí trepando, con las piernas adoloridas y por primera vez en el recorrido estas cansado, pero desde el auto una vez más escuchás, tu puedes!, ya lo has hecho!, vamos!, dale!, dale!, no te quedes atrás!, cambias tu mente, te enojas contigo por sentirte débil, ese no eres tu, sacas fuerzas y te montas en palancas nuevamente, comienzas, a poner mas fuerza, espera, ¿Que haces? Lo estás haciendo a tu manera!, uno a uno comienzas a rebasar a tus compañeros, estás furioso contigo, por que te sientes cansado, furioso por sentirte sin fuerzas, enojado por que la pendiente no termina, pero ¿Que crees? Ya termino esta subida.

Sigues, unos cuantos kilómetros más, con mucha cadencia para relajar tus músculos, bebes agua, tratas de estirarte pues el asiento es cada vez más incómodo.

A oscuras, vas sobre la carretera, solo tu lámpara frontal y la luna te alumbran, a tu al rededor solo vez siluetas de palmeras y los autos que pasan a metros de ti, estás solo, adelante de ti van unos cuantos fugados pero apenas distingues sus luces traseras, detrás otro grupo pero muy atrás, todo tu entorno son sombras, penumbra.

Voces, escuchas y crees que es tu música, incrédulo sigues adelante e ignoras, pero nuevamente repiten tu nombre, volteas solo la luna te acompaña, pero sigues no ves nada más que el camino, otra vez pero ahora más claro y un escalofrío te recorre el cuerpo, te inquieta, detienes tu música y no oyes nada más que el ambiente a tu al rededor, decides ignorar nuevamente reanudando tu música y justo en ese momento escuchas tu nombre fuerte y claro, pero no ves nada ni nadie cerca, ¿Que es?, tu el escéptico de esas cosas esta dudando, ¿Acaso es el cansancio?, ¿De verdad lo escuchaste?, continúas solo ¿En verdad vas solo en medio de la noche en una carretera? De pronto tu lámpara te muestra los enigmas de la carretera, tres cruces blancas sobre el acotamiento, a unos cuantos una pequeña capilla de tu lado izquierdo, ¿Que fue eso?, ¿ De verdad paso?, no lo sabes y estas confundido pero lejos de asustarte sonríes y te emocionas por que es parte de tu aventura y se convierte en una anécdota más que contar.

Paras, al ver a tus compañeros, a reagruparse en Tecoman, ya solo te quedan 50km aproximadamente por recorrer, pero aún en tu mente estás buscando explicación al fenómeno sobrenatural de hace unos minutos.

Pláticas, te rehidratas estas listo para el último estirón y preguntas como son las condiciones del camino, te lo dicen y sabes que es difícil, es subida nuevamente al final de tu camino, lo distraes con varias fotografías con tus amigos y compañeros de aventura.

Juntos reanudamos, nos convertimos en un tren humano, todos al mismo ritmo, misma velocidad, todos latiendo en sintonia, esto es rodar con grandes personas, vamos uno a uno hombro, con hombro dejando atrás kilómetros, dudas, miedos.

Sin darte cuenta, avanzaste parte del último tramo ahora comienza lo difícil dos pendientes y con 265 km recorridos no será fácil, pero piensas "No recorrí tantos kilómetros para renunciar aquí", alcanzas a dos de tus compañeros de equipo, viejos lobos de mar te unes en fila India, de pronto otra postal de recuerdo, ahora cierra tus ojos y vuelve a vivir, "el cielo dedoejado con una pequeña nube, la luna llena brillante, un puente donde vas pasando, el olor a sal y mangle, abajo del puente el río y el reflejo de la luna en el" puedes sentirte alegre, relajado, feliz de hacer lo que amas". Debajo del puente un reflector te saluda, es un " lanchero" gritando y aplaudiendote, eso es falta poco, grita y agita el reflector de su barcaza.

Subes, y subes, rebasas y te dicen "más adelante hay otra subida" controlas tu ímpetu y vuelves al grupo, todos bien embalados, tu lámpara muestra batería en rojo quizás en unos momentos estés a oscuras, no te debes separar, justo llega el último reto y en el momento de comenzar haces tu cambio y tu cadena cae, te frustra, ¿Por que?, rápidamente gritas que esperen pero tu grito no es escuchado, te olvidas de ellos y acomodas la cadena en su lugar, te montas de nuevo en tu bicicleta y subes a reventarte rebasando algunos compañeros en bicicleta de ruta, solo piensas en una frase, "ellos trajeron una bicicleta de ruta, yo una de montaña pero la diferencia es que yo traje piernas", simplemente sonríes ya es lo último así llegas a la cima, así llegas a la entrada y ves el letrero que indica que has llegado a Manzanillo, esperas hasta el último compañero y junto ruedan los últimos kilómetros.

Se paran y despiden no sin antes la fotografía de recuerdo y una medalla a tal honor, así termina tu aventura, llegando con quien te espera, llevando tu cuerpo al límite, después de vivir estas experiencias uno nunca vuelve a ser el mismo, ya no hay límites, las barreras quedan fuera de tu mente para siempre. Y simplemente terminas pedaleando nuevamente...

Con la luna a cuestas.

Francisaco Avilés Mis 2017 RUTA: Guadalajara, Jalisco - Manzanillo, Colima México 277 km

Gracias a:

Disidentes por la invitación y soporte.
Equipo Pies Negros de Cámara Rodante (amigos y compañeros)
Maru Resendiz por el apoyo y espera
Familia por las facilidades prestadas y apoyo incondicional.
Amigos...
 
 
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