Monseñor Braulio Rafael León Villegas

Solamente una voz ahogada en un pecho aprisionado. Solamente el grito mudo de la impotencia humana. Solamente un sueño que se esfuma abruptamente... El alma se le escapa, lo sé, y hay una sensación escalofriante porque está a punto de marchar esa columnata viva de Zapotlán. Los ojos se inundan de esperanzadoras lágrimas que emanan de lo más profundo del corazón. Sin embargo, él mismo nos ha enseñado, con su estoicidad, a guardar la cordura en momentos de franca fragilidad humana.
 
En su ejemplar presencia ha sido capaz de ofrecer su gran calidad y calidez al desnudo, al necesitado, al que todo lo tiene... Nuestro Obispo y Pastor ha sido un verdadero Padre en tiempos de crisis existenciales; y nos ha mostrado el camino hacia la anhelada trascendencia, porque él mismo es el objetivo que inspira a aspirar. Don Rafael León está a punto de marchar, lo sé, pero su personalidad permanecerá por siempre en los corazones de quienes fuimos bendecidos con su presencia y su bendita compañía.
-FGCastolo